LITERATURA
- PROXIMAMENTE
Ya sea por un sueño demasiado vívido, la lectura de una frase, una imagen potente o un simple chute de cafeína, una idea interesante cruza mi mente.
Es ese momento donde empiezo a escribir como si no hubiera un mañana, sin ver fallos en ningún punto de mi creación. Todo es perfecto y maravilloso.
Ese instante en el que freno (o quedo atrapada en el síndrome del hilo entredado) y me doy cuenta que no todo es tan bonito como quisiera ver. Me angustio porque nada me gusta y veo errores por todas partes.
Al final debo aceptar que el trabajo ya no admite más correcciones, así que lo doy por finalizado y lo entrego. Con los trabajos personales, en ocasiones decido que no es lo bastante bueno, así que queda abandonado en un cajón.
En fotografía sucede más o menos igual. Por algún motivo desconocido para mi, algo atrae mi atención y decido fotografiarlo (ya sean personas o simple paisaje urbano)
Similar a la escritura. Planifico un poco y me lanzo a disparar fotografías a todo lo que me interesa, hasta que me agoto (o hasta que me quedo sin batería en la cámara)
Toca ver las fotografías en el ordenador y, por lo general, retocarlas. Ahí es cuando empieza el drama. Ninguna foto parece ser lo suficientemente buena.
©2023 Maria Alcaraz. All rights reserved